jueves, 4 de marzo de 2010

Daños estructurales posteriores a terremoto

Es importante informar para dar tranquilidad a las personas.
encontre esta nota muy clarificadora.


Diario inmobiliario

En qué fijarse de una vivienda después de un terremoto
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(Portalinmobiliario.com, 01-03-2010)
Pasada la emergencia del terremoto, la cosa no termina ahí. La inspección de cañerías, enchufes e infraestructura, tanto dentro como fuera del inmueble, son cruciales para poder dormir tranquilo. A continuación algunos factores que tomar en cuenta luego de la emergencia.
La madrugada del sábado 27 de febrero quedará en la memoria de los chilenos. Uno de los peores movimientos telúricos registrados a nivel mundial sacudió gran parte del país y los daños fueron de envergadura. Pero ¿cómo saber si nuestra vivienda está en buenas condiciones?

Luego del susto hay que poner manos a la obra. Lo primero que hay que hacer es cortar las instalaciones que proveen electricidad, agua y gas. Esto es para evitar posibles fugas que puedan empeorar la situación de la vivienda y ser un riesgo potencial para sus moradores.

Es recomendable realizar una inspección visual para chequear si existen artefactos eléctricos colgando de sus respectivos enchufes, cañerías rotas o conexiones eléctricas sobresaliendo de los muros. De ser así, hay que tomar nota y llevar un registro exacto del lugar donde se presentan las anomalías y dar aviso a las entidades correspondientes.

Después de verificar que no existen riesgos visibles de inundaciones o cortocircuitos, es necesario ver si la vivienda presenta deterioros estructurales a la vista. Pero, ¿cómo reconocerlos? Muchos confunden este tipo de daños con fallas de terminaciones, que son más bien elementos divisorios de tabiquería (aquellos que suenan huecos) y revestimientos como pintura o papel mural, que de ceder, no implicarían un riesgo mayor para las personas

Lo que sí importa aquí es que los pilares y vigas de la construcción –algo así como el esqueleto de la misma– estén en buen estado. Hay que estar atentos de que no se vea desprendimiento de hormigón, fierros a la vista, pilares hundidos o doblados y asegurarse de que los pisos y cielos no presenten fisuras ni desniveles importantes.

“Unos son elementos estructurales para soportar y el resto para dividir; los primeros se encargan de hacer el esfuerzo y los otros para cerrar recintos. Por sus distintas características y tolerancias, trabajan y cumplen diferentes funciones (…) si hay pedazos de hormigón desprendidos o enfierraduras a la vista el tema se torna más complicado, porque eso demuestra que hay zonas debilitadas o que fueron sometidas a esfuerzos mayores a los proyectados”, dice Alejandro Miño, gerente general de Casa Check, firma experta en inspección de propiedades.

Coincide con él Julio Alegría, arquitecto, urbanista y miembro del comité de desarrollo urbano del Colegio de Arquitectos: “puede que haya caído estuco o pintura al suelo después del terremoto pero eso no es grave. Por el contrario, si se ve que el hormigón también está dañado y se alcanza a ver luz hacia el otro lado, eso da cuenta de que la estructura hizo mucho esfuerzo; por lo que la situación se torna más grave”.

INSPECCIÓN. Luego de un sismo se debe determinar el nivel de daños en la propiedad y luego saber si es necesario reparar las fallas de manera inmediata.

Fuente: Portalinmobiliario.com


Puertas y ventanas también resultan ser un punto al cual prestar atención. Con movimientos telúricos de esta magnitud estos elementos tienden a descuadrarse. Por lo mismo hacer un monitoreo es fundamental, ya que el descuadre de una puerta no detectado puede provocar que una persona quede encerrada en una habitación. Y que una ventana no se revise causaría eventualmente que los vidrios se rompan al más mínimo contacto.

La inspección visual del exterior de la casa o edificio es fundamental. Hay que detectar dónde se ubican las fisuras, dónde pudo haber desprendimiento de materiales, si la estructura sigue alineada al suelo o si presenta algún grado de hundimiento. Un vistazo nunca esta demás.

“Si se evalúa y se ve que el piso de la casa o edificio no se hundió y que el respectivo suelo resistió la presión, se puede volver a ingresar con tranquilidad a la vivienda. De lo contrario si se nota cualquier desnivel se recomienda no volver a ingresar y esperar a que alguna autoridad pertinente de la autorización”, dice Alegría.

La ministra de Vivienda y Urbanismo, Patricia Poblete es clara en afirmar: "no cualquier profesional puede saber qué tipo de daño representa una grieta en un edificio. Un ingeniero estructural es un profesional especializado que puede determinarlo. Por eso pedimos el mayor número de ingenieros en cálculo estructural, para poder abordar esta situación en la ciudad”.


Según el experto de Casa Check, Alejandro Miño, en nuestro país se construye con un alto estándar de calidad, por lo que la población debe tener la tranquilidad de que las cosas se hacen bien, pero: “las estructuras como casas y edificios irremediablemente muestran las huellas de que hubo un movimiento y estas, no necesariamente, denotan una falla. Estamos absolutamente preparados para estos eventos, salvo algunos casos puntuales, y quedó demostrado con este terremoto”.

Pasada la emergencia y cuando todo lentamente vuelve a la tranquilidad, es necesario pedir a la inmobiliaria o constructora que realice un análisis técnico de las estructuras de la casa o edificio.


Fuente: www.flickr.com

Aquí Alejandro Miño es tajante al afirmar que se debe hacer un estudio y posterior balance sobre el estado actual de la construcción luego del sismo. “De acuerdo con los resultados de ese estudio se deben saber qué medidas tomar, cuánto dinero va a costar, cuánto tiempo va a tomar hacerlo o si se deben tomar medidas de contingencia como posibles evacuaciones”.

Y es que las fallas pueden ser más que sólo desprendimiento de pintura en un muro. Aquí las cosas están claras. Las garantías operan, y por lo mismo es necesario saber cuáles son sus alcances: hasta los 3 primeros años desde la entrega del inmueble se cubren fallas de terminaciones o acabado, 5 años para los elementos constructivos o instalaciones como por ejemplo alcantarillados, redes de gas o electricidad. Por último, la garantía de 10 años entra a regir cuando la construcción presenta fallas de estructura en paredes, losas o pilares.

¡Pero ojo! no es llegar y hacer las cosas de “chincol a jote”. Cualquier beneficio que sea reclamado hacia la constructora o inmobiliaria debe pasar por un proceso de investigación que indique que el problema en cuestión no fue causa del mismo propietario.

En definitiva, si bien en un principio las cosas pueden resultar un poco confusas, es imprescindible tomar algunas recomendaciones y saber cómo actuar, en qué detalles fijarse y sobre todo; cómo correr los mínimos riesgos dentro de una vivienda que fue puesta a prueba en su máxima expresión.
Fuente Portal Inmobiliario

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